Pequeñeces

En mi libro favorito ("Niebla" de Miguel de Unamuno) Arturo, el protagonista afirma que "los hombres no sucumbimos ante las grandes penas ni las grandes alegrías", sino que son los pequeños detalles los que nos marcan. Hay una campaña publicitaria de un chocolate que habla de lo mismo: "La felicidad viene en trocitos" es el lema. Y ayer lo comprobé.

Ayer, en mi viaje de vuelta a casa, se subió a la micro un vendedor ambulante. Pero no era cualquier vendedor. Era "Don Parker" como figura en mis archivos, un señor que vende "un práctico y elegante lápiz pasta tipo Parker" y una pléyade de otros elementos en una clásica oferta micrística. Durante todos los años de universidad lo vi subirse y bajarse de la micro sin que pudiera darme el lujo de comprarle (para un universitario $500 es harta plata). Y luego cuando egresé mis épocas de buen estado financiero nunca coincidieron con sus apariciones. Hasta ayer. Cuando lo vi subirse de forma automática me metí la mano al bolsillo y una enorme sonrisa se dibujó en mi rostro. Después de años de desearlo al fin soy dueño de uno de esos "elegantes y prácticos" lápices tipo Parker. No es la gran cosa, pero para mi significó incluso más que algunos otros más grandes.

Ahora la pregunta que nace es ¿cuáles son las pequeñas grandes cosas que conforman la niebla de su vida?