diciembre 30, 2007

2007

El año en que me defraudé a mi mismo y también el año en que entendí que eso no es necesariamente malo.
El año en que sufrí una profunda decepción que luego se convirtió en pena y rabia, luego en resignación y que actualmente constituye una permanente fuente de felicidad.
El año en que dejé de hablar de mi mismo en tercera persona plural.
El año en que cambié mi visión del matrimonio.
El año en que por primera vez me vi obligado a cumplir con mi deber.
El año que termina con unas pocas amistades nuevas, varias renovadas y una que otra remasterizada.
El año en que me enfrenté con algunos de mis grandes temores y sobreviví.
El año en el que por vez primera me di permiso de perder los estribos.
El año en que se me agotó la paciencia.
El año en que discutí con todo el mundo.
El año en que cumplí mi penitencia.
El año en que la palabra "tío"cobró un nuevo y sorprendente significado.
El año más agotador que recuerde.

Ojalá todos los años fueran así.