Sábado en la noche

Yo lo puedo pasar bien en prácticamente cualquier parte. Con una condición: la gente que me acompañe tiene que estar con la misma disposición. O sea, si vas a estar con cara de 4 metros, amurrado en un rincón o buscando donde dormir, mejor no me acompañes. Da lo mismo si quieres bailar, conversar, jugar cartas, emborracharte o analizar la economía vietnamita. Mientras estés dispuesto a hacer algo y quieras hacerme partícipe de tu diversión, te aseguro que ahí estaré, disfrutando. De todos modos les recuerdo que, muy a mi pesar, soy humano y por lo tanto, puede darse el caso que no tenga ánimos de nada; o incluso que teniendo muchas ganas de divertirme, rechaze sus ofrecimientos. También es importante considerar que, como sabrán, le tengo fobia a la gente. Y aunque a diferencia de la gente, las personas sí me agradan, aún hay personas con las que prefiero no compartir.