Familiarmente desconocido

Mis pensamientos se atropellan sin cesar. Cada nueva oportunidad abre cientos (miles, millones quizás) de posibilidades nuevas. El incontrolable deseo de estar solo en medio de todos. Siempre temeroso, pero sin retroceder ni un paso. En otras palabras, lo mismo de siempre.

Y sin embargo, todo parece tan distinto. Hay aglo así como un "nuevo orden" (sin revolución ni golpe de estado previo). Creo que me gusta. Resulta agotador, incluso más agotador que el sistema antiguo, pero he aprendido a sobrellevar este cansancio. He aprendido a decir "no, gracias" y ahora río en lugar de llorar.

Supongo que algunos le llamarían madurez. Yo simplemente callo y lo observo.